Los hombres de negro comenzaron a replegarse, abandonando la calle tras unos edificios, defendiéndose a tiros como podían. Aquellos seres se dispersaron, unos fueron tras ellos, y el resto continuó el camino dirección al coche accidentado.
La pulsación de los detectives se aceleraba a medida que veían cómo les recortaban distancia. Las criaturas aún no se habían fijado en ellos, pero todo era cuestión de tiempo.
John se resbaló siguiendo a su compañero, cayó al suelo, llamando la atención de algunos de ellos.
Owens aceleró la marcha hasta llegar al automóvil volcado. Se introdujo por la parte de atrás a toda prisa, que quedó abierta por el impacto.
No recibió respuesta alguna. En la parte delantera sólo se encontraba ocupado el asiento del conductor, en la que se encontraba “El Jefe” colgando del cinturón de seguridad inconsciente, pero no había rastro de Kate. James le soltó el cinturón, cayendo de pronto, pero no respondía, entonces le golpeó la cara, esperando que reaccionase.
Los chapoteos de las pisadas alrededor del coche cada vez eran mayores. Estaban aglomerándose cada vez más de aquellas criaturas. El detective no sabía qué hacer más que mantener el silencio. Golpeaban el vehículo a la par que gruñían. Estaban atrapados y era cuestión de tiempo que alguno de ellos se agachase y diese con ellos.
El detective agarró su arma, dándole la escopeta al otro tripulante, esperando no tener que utilizarlas, pero la situación no pintaba bien.
Estaban al límite, se miraban a la vez que observaban a su alrededor aquellos pies descalzos, aquellas deportivas rotas, zapatos... Eran muchos, no sabían cómo salir de esa.
De pronto pasó. Uno de los seres cayó al suelo, casi por error, le fallaron las piernas y se hundió en el asfaltomojado, siendo pisoteado por el resto de criaturas. Y mientras sus piernas eran machacadas, aquel ser se fijó en ellos, y comenzó a emitir gritos de ira y rabia por intentar alcanzarles sin poder avanzar. Éstos aún así permanecían inmóviles, parecía que el resto de criaturas no le hacía caso, y optaron por esperar a que se cansase de ellos al ver que no podía atraparlos aplastado por las piernas del resto de los infectados. Su furia crecía, como si le fuese la vida en ello. Se agarró con fuerza a la puerta del coche, intentando introducirse por una ventanilla rota. Sus manos incrustadas en los cristales rotos comenzaron a tirar del resto del cuerpo, parecía que iba a partirse en dos.
Crack, crack.
Su cuerpo no aguantó más, y tras un grito ahogado entre dolor y agonía, sus piernas comenzaron a resquebrajarse del torso, quedando al descubierto sus tripas bajo él.
Consiguió zafarse del resto de criaturas dejando atrás sus extremidades inferiores, que aún eran pisoteadas. James y Joe quedaron estupefactos, aquel ser avanzaba hacia ellos sin ningún impedimento más que el de poder avanzar únicamente con medio cuerpo.
Aquel ser se enfiló hacia él, iban a encontrarse de un momento a otro. Joe le agarró con una mano uno de los brazos y le trajo hacia sí mismo. La criatura lanzaba mordiscos al aire, y con la otra mano intentó alcanzarle, pero Joe le golpeó la cara con la escopeta con tal fuerza que le metió la boca para dentro. El ser quedó paralizado por un momento, instantes que aprovechó Williams para aplastarle la cabeza contra el suelo, en este caso el techo del todoterreno volcado. Sus sesos quedaron esparcidos bajo su mano. Su cara quedó salpicada de sangre, y girándose hacia el detective le preguntó:
De pronto sonaron unos disparos que procedían de la calle. James podía reconocer el arma de su compañero. Esperaba que se tratase de una distracción para sacarle de esa situación, y no que estuviese metido en problemas como ellos.
Sea como fuese, comenzó a funcionar, las pisadas de las criaturas comenzaron a separarse del vehículo dirección a los disparos de la 9 milímetros de John.
Los dos comenzaron a salir por la parte izquierda del vehículo, donde parecía que había menos afluencia de seres. James fue el primero en salir, un infectado con la garganta abierta estaba esperándole ahí para echársele encima. El detective le redujo con facilidad contra el suelo, y le pisó la cabeza, que se deshizo entre su bota.
Se agachó para apremiar a Joe, algunos de los seres fijaron su atención en ellos de nuevo al ver que salían.
James le ayudó a salir del coche. Tuvo que golpear a otro ser con la culata de su arma antes de poder sujetar a Joe y ser su apoyo ahí fuera. Éste se encontraba dolorido todavía del golpe recibido por el vehículo de asalto.
Aceleraron la marcha entre aquellos seres y se dirigieron a una puerta metálica entre abierta que se encontraba en el edificio de enfrente. James se dio la vuelta para fijarse en su compañero, que les gritaba:
James tomó la delantera y se lanzó contra la puerta para abrirla y que Joe le siguiese. Éste llegó al umbral y un ser le agarró la pierna, haciendo que Joe cayese contra el suelo. James no se lo pensó.
¡Bum!
Un tiro seco reventó la cabeza de aquel ser antes de que pudiese alcanzar a Joe en el asfalto.
Se encontraron al pie de unas escaleras. Bajaban a la planta inferior del edificio. Parecía el acceso a un parking.
Se calmaron y tomaron aliento. El detective se aseguró deque esa puerta quedó bloqueada.
James buscó en su bolsillo el móvil, pero no lo encontraba.
El detective únicamente pensaba en su hija, en su compañero, en Kate.. En todo lo que estaba ocurriendo. ¿Cómo pudo haberse torcido tanto el día? ¿Qué buscaba aquel tipo llamado capucha negra? ¿Qué tendría Joe que buscasen aquellos hombres? ¿Cómo les localizaron con tanta rapidez? ... Muchos interrogantes que solventar y ni un momento para poderlos analizar. Joe debía hablar, él era clave en todo este asunto. Y de un modo u otro, conseguiría aquella información.
Beep, beep, beep,.. El móvil del detective se iluminaba bajo los pasos de aquellos seres.. Estaba recibiendo una llamada... En la pantalla parpadeaba el nombre de Sarah..
Vamos otro Qe nos los debes
ResponderEliminarBueno y corto