jueves, 22 de octubre de 2015

CAPÍTULO 1: FELIZ CUMPLEAÑOS

- ¿ Papá? ¿ Papá me estás escuchando? ¡¡Deja de hacer el tonto sé que estás despierto!!

- Mmm, ¿si?, ¿quién es? ¡¡Pero si es mi cariño!!! ¡Buenos días pequeña! ¿A qué viene este despertar tan matutino?
- ¡Papá que es mi cumple! ¡Deja de hacer el tonto y dame mi regalo!
- ¿Ah si? Vaya... Jajajaja, ¿no te vale con mi amor completo?- le decía James mientras cogía a su hija de la cintura levantándola sobre él.
- Felices trece años pequeñaja, ¿tendré que empezar a preocuparme por los chicos ya? Yo creo que aún tienes ocho ¿eh?
- Papá deja de decir tonterías, primero que sí, hago mis trece como bien has dicho, ya soy una mujer hecha y derecha, y segundo, ¡el único chico que hay importante en mi vida eres tú!
- ¿Seguro? Te vi muy simpática con el compañero que vimos el otro día en el cine... Jeje, anda vamos a desayunar.
- ¡Estás tonto! ¡Sam es sólo un amigo!- dijo Sarah sonrojándose.
- Así que Sam... Jaja. Venga levanta vamos abajo.

James y su hija vivían en Alamo Square, un barrio precioso y tranquilo de San Francisco, en una casita de postal, con paredes blancas y techo anaranjado. Era una mañana soleada, un día perfecto para celebrar su cumpleaños en el Zoo como habían programado.

- Papá aún sigo esperando mi regalo, no te hagas el tonto. – dijo Sarah bajando las escaleras.
- ¿No te valen mis tortitas especiales con vitamina C de cariño?- en tono cariñoso. Para James su hija lo era todo, la amaba por encima de cualquier cosa, desde que su mujer Adele falleciese en el momento del parto por complicaciones, Sarah ocupó su vida por completo y le dió la felicidad que pensaba que nunca recuperaría al perder a su amor.
- Jajaja, papá me encantan, pero no.. ¡Vamos suelta prenda ya!
- ¿Hija qué es esa caja encima del salón?
- ¡¡Sí, lo sabía!! – dijo avalanzándose sobre el paquete rojo. Lo abrió con ansia.
- ¿Qué es esto? ¿Una correa? ¿Es lo que creo?
- Felicidades pequeña. – dijo abriendo la puerta de la cocina de la que salió corriendo un pequeño pastor alemán tropezándose sobre la moqueta.
- ¡Papá, me encanta! ¡El pequeño Eusko ha llegado a la familia!
- ¿Eusko? ¿Ya has escogido nombre?
- Sí papá, que el abuelo Andoni es vasco, y ese es su significado allí. Siempre me hablaba del que tenía él de joven, así que... ¡Bien!
- El abuelo.. Bueno ya sabes que esto es una responsabilidad tuya, sacarlo a pasear, darle de comer, lavarlo.. ¿Ya sabes no?- dijo mirando al perro mientras se hacía pis jugando con la niña.- Empezando por recoger eso...

Ring, ring...
- Sí pesado anda coge el teléfono, voy a limpiarlo. ¡Eusko tranquilo! Jajaja, que bonito como se pone nervioso.

James descolgó el teléfono de la cocina.
- ¿Sí? 
- James soy John, ¿qué tal la pequeña Sarah? ¿Ya la diste el perrillo?
- Muy bien gracias, sí ahí está ensuciándome el salón ya... Dime John, ¿qué pasa?
- Ya se que era tu día libre tío, pero creo que deberías venir a echar un vistazo a los almacenes antiguos de Chinatown.
- John iba a llevarla al zoo, ¿no puedes encargarte? ¿Qué ha pasado?
- Tío ha habido una matanza, pero no hay cuerpo, sólo trozos.. Ven y te cuento más, estamos intentando averiguar qué ha pasado, pero esta zona está controlada por Joe, ya sabes, y tú eres el que mejor le conoce, nos vendría de perlas tu ayuda. Lo siento tío pero el comisario insistió.
- Joder.. De acuerdo, lo que tarde en cambiarme y hablar con Carl, el vecino, a ver si pueden quedarse con Sarah. Hasta ahora.
- Lo siento de veras, pero es muy jodido.. Gracias.

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