viernes, 23 de octubre de 2015

CAPÍTULO 4: ATANDO CABOS

Kate estaba de los nervios, con el corazón en un puño. Cuando escuchó que cerraron la puerta salió a toda prisa por la ventana, vivía en un segundo piso, y observó desde la escalera de incendios cómo dejaban caer el cuerpo de Josh desde la bolsa al maletero, aún inconsciente, y le daban la vuelta para esposarle. Ella no dudó bajó a toda prisa, y creyó reconocer entrar a la plaza del copiloto al compañero del taller de Josh, a Steven. El otro sujeto hablaba por el móvil, e hizo señas a una furgoneta negra situada detrás de ellos, de la que salieron tres hombres con lo que parecían ser bidones..

Ella consiguió llegar a su coche situado en el cruce de la calle. Lo arrancó y giró la esquina cuando justo vio salir el coche negro de los raptores de Josh. Mantuvo una marcha cautelosa tras de ellos, dejaba un espacio prudente. Cruzando la siguiente calle se rompió la noche con lo que parecía una fuerte explosión que provenía de la zona de sus apartamentos... No podía creer lo que estaba ocurriendo. Dudaba entre llamar a la policía o únicamente seguirles por el momento hasta dar con su destino y allí actuar, pues tenía miedo de implicar al futuro padre de su hijo en tal asunto turbio.
Conducía, meditaba, lloraba, pensaba, mientras con una mano agarraba el volante, con la otra se frotaba el vientre. No estaba dispuesta a perderle. 
Les siguió hasta Chinatown, hasta una zona de polígonos y almacenes. Pararon ante uno. Allí les esperaba un tipo que les abrió lo que parecía la puerta principal. Ellos bajaron, el copiloto cargo el cuerpo de Josh, que seguía sin moverse sobre su hombro. El primero le dio las llaves del coche al otro tipo, y acto seguido ayudó a Steve a cargar el cuerpo hacia dentro. El otro tipo arrancó el coche y se marchó. Serían alrededor de las 2 de la mañana. Ella esperó, y esperó. No había movimiento, no sabía qué hacer. Cuando se decidió a echar un vistazo dentro, mientras se acercaba escucho los gritos, no pudo asegurar si pertenecían a Josh, parecían llenos de dolor, de rabia. Le puso la piel de gallina. Se quedó paralizada, y en ese momento decidió volver al coche y avisar a la policía de lo que estaba ocurriendo. Esperaba que no fuese demasiado tarde.. 

...

- Jajajjajajaja. ¡Eusko para! ¡Me haces cosquillas!- decía Sarah jugando con el cachorrillo junto a Jessica en el jardín.

Las dos niñas lo estaban pasando de fábula con la nueva mascota después de haberse pegado una comilona en el jardín de los Petterson. Los padres de Jess, las miraban con felicidad mientras recogían los platos. El día comenzaba a encapotarse. 

- ¿Qué te dijo James? ¿Se trataba de algo importante?- preguntó Beth a su marido.
- Cariño no lo sé, pero no creo que Jim se perdiese éste día si no lo fuese, llevaba tiempo planeándolo. Me dijo que en cuanto pudiese venía para acá, a ver si le daba tiempo a ver el... ¡Partidazo!- exclamó Carl sabiendo que el baseball no le entusiasmaba a la madre.
- ¡Vaya hombre! Yo pensaba que se te habría olvidado. A lo mejor me llevo a las chicas a dar una vuelta al centro o al cine. Así te dejamos tranquilo con tu partido.
- Beth ya sabes que a mí no me molestáis nunca, además a las pequeñas también les gusta, propónselo a ver que te dicen.
- A ver.. ¡Chicas, venid un momento!- las pequeñas como un resorte vinieron con la cría siguiéndolas tropezándose.- ¿Os apetece venid conmigo al centro a mirar ropa y un cine o...
- .. O pasamos una tarde de baseball increíble acompañada por pizzas animando a los Giants?- le interrumpió Carl motivando a las pequeñas.
- ¡¡GIANTS!!- gritaron al unísono emocionadas y saltando.
- Desde luego.. No tendrás dudas de que se trata de tu hija.. Igualita al padre.. ¡Que cruz!- refunfuñó Beth.- ¿Oye pues voy a ir yo a darme esa vuelta vale?¡ Y no os empachéis!- advirtió a Carl y las chicas cogiendo su bolso.
- De acuerdo cariño, aquí te esperamos, voy a ir a por las camisetas y gorros, ¡hora de montar el escenario! ¿Sacáis los refrescos vosotras mujercitas?
- ¡Siiiii! ¡Adiós mami!
- ¡Claro! ¡Hasta luego señora Petterson!

Ambas achucharon a la madre que se acercó para abrazarlas y darlas un beso. Ésta le gritó a su marido desde la puerta que iría al centro comercial Westfield, que no tardaría y salió por la puerta. 

...

- ¿Steven Jordan? ¿Eres uno de los hombres del Puerco?- preguntó aún apuntándole James, mientras con la otra mano ayudaba a incorporarse a su compañero.- ¿Por qué estabas ahí escondido? ¿Y quién son ese Josh y Mike de los que hablas?
- ¡Vale vale tranqui colega! Hablaré...- dijo incorporándose dolido del golpe recibido en el estómago.- Sí he hecho algunos trabajos para El Puerco, pero no soy uno de sus hombres ni mucho menos, de hecho esta noche actué casi obligado tío. Ese Josh era de mis mejores amigos..
- ¿Era?- preguntó John- ¿Esa sangre le pertenece a él? James el aviso de este lugar nos lo dio una mujer que hablaba de un secuestro, habló de un tal Josh Twin.
- ¿Kate? ... Mierda...– preguntó el interrogado.
- ¿Sabes quién es?- preguntó James.
- Capullo habla ahora antes de que te llevemos a comisaría y no podamos ayudarte, aún estás a tiempo de guiarnos en la investigación. La chica nos dio el lugar y ese nombre. Después se colgó la llamada. Así que habla.
- Es su novia y está embarazada. Debió seguirnos joder.. Miren detectives este asunto es una verdadera mierda. Aún me tiemblan las piernas. Ayudé a escapar a ese capullo de Josh de donde le teníamos retenido y el capullo me golpeó contra ella, miren la herida ostias, aún me sangra, necesito asistencia.
- ¡Calla! Tú de aquí no te mueves hasta que cantes por los codos, ya puedes desangrarte si es preciso. Habla.- Jonh le puso contra la pared diciendo estas palabras.
- ¡Vale vale! ¡Os dije que os ayudaría y lo haré pero suéltame joder!
- ¿Steven era no? Cuéntanos.. A quién pertenece esa sangre, qué ha pasado, cuéntanos todo.- le indicó James.
- Pues tíos lo que os contaba. El colega me golpeó contra los barrotes y me desplomé. Mike, mi socio me despertó y el gilipollas en vez de huir se puso a dar golpes contra la puerta trasera, por lo que tuvimos que ir a por él, no tenía opción. Pero tíos el colega ya estaba jodido cuando le saqué de la celda, pero cuando le vimos estaba ausente, golpeando su frente contra la puerta, ¡daba un miedo de la ostia!. Cuando Mike se acercó por su espalda con el puñal Josh se giró con los ojos en blanco, y se lanzó sobré él ¡como un poseso! Chilló como un condenado mientras Mike le apuñalaba el estómago, pero no era de dolor, era de rabia, gruñendo, tíos estaba asalvajado, le arrancó de un mordisco un trozo de mano con la que le apartaba de él. El colega parecía querer comérselo, joder. Vamos yo ahí me acojoné y corrí todo lo rápido que pude a esconderme. Llegué a los baños y aquí he estado encerrado toda la noche hasta vuestra llegada. Tíos que miedo, no veía nada, solo escuchaba gruñidos detrás de esta puerta, y distintos pasos, hasta que hará un par de horas desaparecieron. Pero colegas, no me he fiado y aquí he esperado la caballería, sabía que esos gritos llamarían la atención vuestra, así que benditos seáis.
- ¿Nos estás vacilando? ¿Mordiscos? ¿Ojos en blanco? Vamos a ver chaval, qué drogas tomas, ¡estás ido!- le replicó John.- ¡Te vas a pudrir en los calabozos hasta que hables! ¡Agentes escóltenlo hasta la comisaría!
- ¡Créanme! No tienen ni idea de lo que está pasando detectives, ni ... ¡PUAJ! – Steven soltó una vomitona sobre los agentes que le escoltaban hasta el coche y le soltaron cayendo redondo.
- ¿Qué te pasa? – James se fijó en que la herida de la cabeza cada vez estaba más negra, infectada, y que de la espalda le salía otra mancha de sangre, la camisa estaba desgarrada por detrás (debió herirle Josh al golpearle contra los barrotes, pensó). Se la rompió abrió por completo, observando un arañazo que supuraba sangre de color oscuro, con capilares oscuros alrededor de la herida.- ¡Este hombre necesita una ambulancia! Agentes ¿están bien? Limpiénse y escolten hasta el hospital al sospechoso. Después seguiremos el interrogatorio allí cuando te calmes y curen las heridas. John nosotros iremos a visitar a Joe...

Esposaron a Steven a la camilla y le subieron a la ambulancia. Un auxiliar le puso un respirador y monitorizó, uno de los agentes subió atrás para escoltarle, el otro hizo de copiloto, y el conductor encendió la sirena y salieron dirección del Chinese Hospital.

- ¡Detectives! Aquí hay una mujer que tiene información sobre el caso. – les dijo el agente que custodiaba la cinta que delimitaba la zona.
- Déjenla pasar.- permitió John.
- Buenas tarde detectives, ya me han informado de que están al mando de la investigación, me llamo Kate, y yo fue quién les llamó. ¿Saben algo de Josh?- preguntó desesperada entre lágrimas.
- ¿Kate? Acompáñenos y nos dice lo que sepa por el camino, no hemos encontrado a su novio de momento, pero imagino que tiene información de primera mano para tener antes de visitar a Joe Sullivan, ¿sabe quién es?- preguntó James.
- Por supuesto.. Es el culpable de todo este caos.- dijo preocupada con voz de rabia secándose las lágrimas.- Les contaré todo desde el principio...

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